Tomás Amieva tiene 20 años y es estudiante de educación física. Comenzó a practicar BMX a los diez años, después de ver a unos amigos practicándolo y tener muchas ganas de imitarlos. Desde esa primera vez que pedaleó, afirmó “sentir una sensación de libertad”.

 

Para Tomás el BMX significa una forma de expresarse, un arte y un deporte, al que se dedica después de todas sus responsabilidades, entre ellas la de ser padre y estudiante. Por lo tanto, todo su tiempo libre lo dedica al deporte, siempre que las condiciones estén dadas, ya que reconoció que “es un deporte caro, y si se rompe la bicicleta es difícil continuar practicándolo al 100 por ciento.” Fuera de eso, intenta aprovechar al máximo todas las posibilidades que la bicicleta le da, sin necesidad de tener una rutina armada.  

 

El joven practica principalmente la modalidad Dirts, que consiste en saltar en rampas de tierra, y también el Street, que utiliza obstáculos naturales de la calle, como escaleras y barandas. Esta última modalidad la practica generalmente al atardecer y en lugares como el pequeño parque que se construyó en la ex terminal.

 

Tomás comentó que varios riders de San Luis han sido reconocidos nacional e internacionalmente, como Mati Lasgoity, que actualmente trabaja en Barcelona para una de las mejores marcas del mundo, y Sebastián Solano y David Villegas, quienes “han contribuido mucho a la cultura de San Luis, que aún tiene por crecer”.